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Manchas

Si no tienes a mano un quitamanchas, un buen remedio para salir del paso es rociar la mancha con espuma de afeitar, dejándolo actuar un rato y después lava la prenda con normalidad.

Las manchas de helado se pueden quitar frotando la zona con alcohol y, a continuación, lavar normalmente con agua y detergente.

Manchas de sangre el amoniaco ayuda a eliminar de las prendas blancas manchas incluso tan difíciles como las de sangre. Asegúrate de usar guantes de goma y procura hacerlo en una zona bien ventilada antes de utilizar esta sustancia. Para blanquear toda la prenda, mezcla completamente 4 gotas de amoniaco, 1 cucharada de agua oxigenada y 2 litros de agua. Deja las prendas durante un par de horas y luego lávalas con tu detergente habitual.

Manchas de tinta y rotuladores utiliza limpiavidrios. Para empezar, pon una servilleta debajo de la mancha para que la tela no se empape por el lado opuesto. Luego rocía el limpiacristales sobre la mancha y déjalo reposar durante 5 minutos. A continuación, lava la prenda como siempre.

Manguera:

Si quieres empalmar dos mangueras, sumerge uno de los extremos en agua caliente durante unos instantes. Otra buena solución es enjabonarlo.

Manos:

Las manchas que algunas verduras dejan en las manos desaparecen por completo si después de lavarlas, se las frota con la cáscara de una naranja.

Cuando se enrojecen a causa del frío o del trabajo, pueden volver a su color natural mediante un baño con agua caliente salada y unos masajes con aceite de oliva.

Para mantener las manos suaves no tienes más que masajearlas todos los días con una mezcla de glicerina y limón. Un truco para tenerlas muy suaves y sedosas es el mezclar a partes iguales vaselina, miel y aceite de oliva y aplícalo en tus manos antes de acostarte. Pon unos guantes de algodón y no te los quites durante toda la noche. Sigue el tratamiento cada diez días.

 Si tienes las manos con problemas de sudor, hay que lavarlas con frecuencia con un jabón dermatológico astringente y frotarlas con alcohol alcanforado. Si además se espolvorean con polvos de talco, el sudor desaparecerá.

Mantel:

Para eliminar esas manchas amarillas tan típicas de los manteles, deben limpiarse primero, poniendo sobre ellas una pasta (que tiene que permanecer húmeda) de perborato y agua, durante dos horas. Luego, aclara y lava normalmente la prenda.

Mantequilla:

Para ablandarla rápidamente y sin peligro de que se cueza, colócala en un plato sobre una cacerola en la que esté hirviendo el agua.

La mantequilla permanecerá fresca durante más tiempo si la envolvemos en un paño empapado en agua avinagrada y la metemos en el frigorífico.

Para conservarla congelada, la envolveremos en un envase perfectamente cerrado. No conviene mantenerla en ese estado más de tres meses (seis si es mantequilla salada).

Manzanilla:

Tómate una taza de manzanilla después de las comidas y harás una buena digestión.

Maquillaje:

Un buen truco para que los lápices perfiladores de ojos y labios no se rompan al afilarlos, consiste en meterlos unos minutos en el congelador: las barritas se endurecerán y el sacapuntas no las partirá.

Para que la sombra de ojos dure más tiempo en perfecto estado, es preciso espolvorear primero estos con polvo de maquillar. Después puede aplicarse la sombra que se esté usando normalmente.

Cuando se tiene ojeras y no se dispone de un lápiz que las corrija, puedes cubrirlas con polvo de talco (una capa muy fina) y encima otra capa de maquillaje.

Para librarse de las manchas de nicotina producidas por el tabaco, que se forman en la comisura de los labios, frota varias veces con un algodón impregnado en zumo de limón,

Cuando te maquilles los labios con un rojo muy vivo, no olvides maquillar también el cutis. Si la boca resalta demasiado resulta poco atractiva.

Para esos pintalabios que no son fáciles de desmaquillar con agua, aplícale un poco de pasta de dientes, extiéndela con una esponja y frota los labios con ella. Finalmente, aclara con agua tibia.

Si se parte el lápiz de labios, calienta los dos extremos con una cerilla y una vez estén blandos, júntalos y ponlos en el congelador durante unos minutos.

Si deseas que tus labios parezcan más gruesos, usa colores claros o brillantes.

Esos párpados hinchados con que a veces nos levantamos pueden relajarse poniendo sobre ellos una compresa empapada en una infusión de manzanilla. Si no dispones de ella, prueba a pasarte un cubito de hielo sobre la zona afectada.

Para hacer que los labios gruesos parezcan más finos, hay que cubrirlos con una capa de maquillaje; aplicar después unos ligeros toques de polvos transparentes; dibujar el contorno deseado dentro de los propios labios y extender el carmín como de costumbre.

Para dar una expresión más alegre a una cara que tiene labios de forma descolgada, sólo hay que dibujar el labio inferior un poquito más grande, por debajo de la línea natural.

Mareos:

Para quien sea propenso a marearse en los viajes, debe de comer durante el mismo algunos frutos secos, o bien que chupen una pastilla de regaliz o rodaja de limón. El sabor de estos productos es más fuerte que la sensación de mareo y, por esa razón lo evita.

Tomar una cucharada sopera de miel, veinte minutos antes de salir, y otra al sentarse en el vehículo, es una solución para no marearse en los viajes en coche.

Margaritas:

Las pequeñas margaritas o las mimosas es mejor ponerlas en agua caliente para mantenerlas frescas durante varios días.

Mariscos:

Si los lavas en agua muy salada conseguirás que expulsen con más facilidad toda la arena que puedan contener.

Los mariscos tendrán un sabor mucho más genuino si los cueces en agua de mar (evidentemente, no necesitarás echarle sal).

Mármol:

Las manchas en un suelo de mármol salen fácilmente si las frotas con aguarrás.

Mayonesa:

Si te queda demasiado espesa puedes aclararla añadiéndole un chorrito de leche.

Melocotón:

Estos y los albaricoques pueden cultivarse a partir de su hueso, pero hay que hacerlo con buena temperatura, porque en los meses de otoño es probable que las semillas no prendan.

Melón:

El olor perfumado y el peso son características muy importantes a la hora de escoger el melón. Entre dos de igual tamaño, escoge siempre el que resulte más pesado.

Mercromina:

Para eliminar las manchas de mercromina, lávalas con agua y después con alcohol de 90º. Caso de que la mancha no desaparezca del todo, acaba de disolverla con agua oxigenada.

Otro: para la piel o una prenda: frota la mancha con un poco de agua tónica.

Microondas:

Para una fácil limpieza pon un vaso lleno de agua en su interior y conéctalo a la temperatura máxima: se formará un vapor que impregnará las paredes. Si desconectas el aparato y lo limpias cuando aún está cubierto del vapor, la tarea resultará más sencilla.

Miel:

No se debe conservarse en la nevera, pues el frío la cristaliza.

Si está cristalizada, se puede hacer que vuelva a su estado líquido dejándola cocer unos minutos al “baño maría”.

Mimosas:

Las mimosas o las pequeñas margaritas es mejor ponerlas en agua caliente para mantenerlas frescas durante varios días.

Moho:

Mancha: Coloca sobre medio limón recién cortado la mancha con un paño blanco bien limpio encima. Pasa una plancha caliente y verás como la misma pasa de tu prenda al paño blanco en un instante, sin dejar ni rastro en ropa.

Muebles:

Cuando un mueble de madera sufra un fuerte golpe, aplícale lo antes posible sobre la zona hundida un trapo empapado en leche muy caliente y déjalo así durante algunas horas, sujetándolo con cinta adhesiva. La madera se hinchará y recuperará la forma primitiva.

Para quitarle el olor a moho a un mueble viejo, pon dentro un plato con harina de mostaza o con algunos clavos de olor.

Si quieres conservar el brillo de los muebles lacados, pásales un paño humedecido en glicerina líquida. Una vez que la hayan absorbido, completa la operación repasándolos con un paño seco.

Las manchas de agua en los muebles encerados se eliminan frotando el cerco suavemente con un tapón de corcho untado con aceite de linaza. Luego sacaremos brillo con un paño de lana.

Muelas:

Una solución de emergencia para aliviar el dolor es colocarse sobre la encía de la zona afectada una especia: clavo.

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Naranjas:

Si quieres exprimir a fondo el zumo de las naranjas (o limones), has de mantenerlas durante unos minutos al calor (por ejemplo, en agua caliente) antes de exprimirlas.

Un buen vaso de zumo (mitad de naranja, mitad de limón) por la mañana es un magnífico reconstituyente, ideal para las épocas de bajo estado de forma.

Los mejores cítricos son los más pesados con respecto a su tamaño y los que tienen la piel más suave y lustrosa. Desconfía de los que pesen poco, ya que lo más probable es que sean menos jugosos. Otro indicador de escasa pulpa y corteza gruesa es la piel áspera.

Nariz:

Cuando comienza a sangrar sin parar, se deben taponar los orificios con un algodón empapado en agua oxigenada, y presionar la parte alta de la nariz, justo debajo del entrecejo. La cabeza ha de permanecer levantada hasta que se deje de sangrar.

Nevera:

Salpica de sal fina el perímetro de la tapa de tu congelador. Evitará la formación de hielo.

Si algún alimento se ha estropeado en la nevera y ésta desprende mal olor, elimínalo introduciendo un platito con leche templada. Esta absorberá enseguida ese desagradable olor. 

Nicotina:

Si tienes una prenda manchada con nicotina, frótala con una muñequilla de algodón impregnada en alcohol de 90º.

Si tus dedos están manchados de nicotina, frótalos con el zumo de un limón. Si la mancha es en una camisa, frótala con esta fórmula: Mezcla una parte de agua oxigenada de un volumen, ocho partes de cloruro de amonio, seis de alcohol y quince de agua. Frota bien la mancha con este preparado (que te proporcionarán en cualquier droguería) y después lava la camisa normalmente con agua y detergente neutro.

Nueces:

Podrás pelarlas con absoluta facilidad si antes las remojas durante unas horas en agua con azúcar.