F

 

Faldas:

Si una falda no está muy arrugada y no nos es posible darle un planchazo, se puede lograr el mismo efecto si la colgamos durante la noche, después de humedecer un poco con un trapo la parte arrugada.

Cuando la parte trasera de una falda se haya dado de sí, bastará con humedecer la zona y darle un planchazo con una plancha caliente y un trapo seco.

Ficus:

Cuando se pode un ficus de hojas grandes, como el ficus elástica, hay que aplicar sobre el corte polvo de carbón o ceniza de cigarrillo, para que la herida se cierre lo antes posible. Si la savia de la planta (el látex) tardara en coagular, dañaría seriamente a la planta.

Fiebre:

Si tienes fiebre, es necesario tomar mucho líquido: Agua con limón es lo más corriente. Un poco de agua de arcilla es también recomendable: la encontrarás en un herbolario.

Flores:

En tu jardín, no olvides al cortar las flores, hacerlo en las primeras horas de la mañana, o en las primeras de la tarde: son horas óptimas para coger las flores destinadas a un jarrón.

Las flores cortadas pueden protegerse durante un viaje poniéndolas dentro de una bolsa de plástico que tenga varios agujeros para que puedan respirar. También puedes clavarlas en una patata cruda.

Si cortas el tallo a las flores cuando estén completamente sumergidas, el agua les llegará con mayor facilidad.

El agua de un jarrón debe de estar a la temperatura ambiente y tiene que ser renovada cada dos días. En épocas calurosas, o si hay calefacción en la habitación, se pueden poner cubitos de hielo en el agua.

Antes de colocar una flor en un jarrón hay que cortar el tallo en diagonal y quitar las hojas que pudiesen quedar sumergidas en el agua. Si además le añades al agua una gota de lejía, una aspirina o dos cucharadas de azúcar, alargarás su vida.

Mirar también ramos

Fotografía:

Mariposas: Captura el insecto que te haya gustado, y enciérrelo en un frasco, colocándolo en la nevera. Atontada por el frío, la mariposa quedará dormida. Bastará con que la coloques sobre una rama o una flor para poderla fotografiar tranquilamente. Al cabo de 5 ó 10 minutos, la mariposa se despertará con el calor del sol.

Fresas:

Las mejores plantas frutales para cultivar en interior son las fresas. Se deben plantar en macetas de entre 20 y 25 cm de diámetro, una por cada planta.

Frigorífico

Mirar nevera

Frituras:

Para eliminar el olor que desprende cualquier clase de fritura, pon una ramita de perejil en el aceite cuando esta empiece a calentarse.

Poniendo cualquier fritura que hagamos sobre papel de cocina, lograremos que éste absorba el exceso de grasa y el alimento ganará en presencia y en calidad sanitaria.

Frutas:

Poniendo un tapón de corcho junto a la fruta, absorberá el exceso de humedad y evitará que la fruta se estropee demasiado aprisa.

Las manchas de fruta sobre tejidos sintéticos pueden eliminarse con el zumo de un limón o con vinagre blanco. Sobre tejido de color: Humedecer la parte afectada en una mezcla de cinco cucharadas de agua por una de amoniaco. Si la mancha ya está seca, lávala con agua jabonosa tibia y aclara bien con agua limpia. Para salir del paso, también puedes empapar la mancha con sifón. Si es de lana, bastará con que la frotes con alcohol de 90º.

La fruta es recomendable tomarla entre horas y no, como habitualmente se hace, después de las comidas, ya que, al tomarla de postre, se hacen las digestiones más pesadas.

Frutos secos:

Se conservarán óptimamente si metemos en el envase de cristal correspondiente una cáscara de naranja o de limón.

Fuego:

Si la freidora o la sartén se incendia, empieza por apagar el gas o la placa eléctrica sobre la que se encuentra y tápala con una tapadera. Si no la tuvieras, puedes emplear un paño de cocina para apagar el fuego.

G

 

Gafas:

Limpiar cristales: Mezcla a partes iguales agua y glicerina y sécalas. Además conseguirás que no se te empañen.

También quedarán brillantes si los limpias con un paño y unas gotitas de vinagre.

Garganta:

Para el dolor de garganta, un buen remedio casero es hacer unas cuantas gárgaras con un chorro de agua oxigenada diluida en un vaso de agua tibia.

Para aliviar la garganta irritada, toma un preparado de agua caliente, previamente hervida, con un zumo de limón y una cucharada sopera de miel.

Si tienes las anginas inflamadas, es saludable ponerse para dormir un algodón empapado en agua de colonia o alcohol, sujeto con un pañuelo alrededor de la garganta.

Gas:

Hay que tener en cuenta cuando se cocina con gas que la llama no debe salir por fuera de los recipientes, ya que es en los extremos donde el calor resulta más intenso. El que sale por fuera es desperdiciado.

Gazpacho:

Puede conservarse en la nevera dentro de un recipiente cerrado, pero es aconsejable no añadir el vinagre hasta que se vaya a consumir.

Geranios:

El otoño es el mejor momento para podar los geranios que tengan mal aspecto.

El geranio necesita que en verano se le riegue dos o tres veces por semana, pero no soporta que le rocíen las hojas. En invierno necesita muy poco agua.

Las últimas gotas que quedan en una botella de aceite de oliva, pueden aprovecharse añadiéndoles agua y regando con ella esos geranios que se han puesto un poco mustios. Ver más

Grasa:

Quita las manchas de grasa cubriéndolas con polvo de talco; pon encima una servilleta de papel y algo de peso. Déjalo actuar un par de horas. Sobre un tejido de seda: Echarle primero polvos de talco. Después de cubrir la mancha con él, pondremos encima un pedazo de papel de seda (caso de no disponer de éste, sustituirlo por papel higiénico) y planchar la tela con la plancha poco caliente.

Grifos:

Las juntas de los grifos se ensucian con el uso y resulta muy difícil limpiarlas. Aplica en ellas vinagre, déjalo actuar durante toda la noche, aclara con abundante agua fría

Guantes:

Para conservarlos y contrarrestar los efectos del sudor de las manos, pon en el interior, de vez en cuando, unos pocos de polvos de talco.

Guisantes:

Los guisantes en conserva recobrarán su sabor original si les añadimos durante su cocción un terrón de azúcar.

Guisos:

Recuerda que la sal dificulta la congelación de los alimentos, de modo que cuando hagas un guiso con intención de congelarlo después, es preferible dejarlo soso y añadir la sal en el momento de descongelarlo.