PLANTAS Mirar
también: Abono - Plagas - Riego - Ramos - Macetas - Rosas
- Gerarios Plantas de interior Compra plantas con
raíces abundantes de
color claro, lo que indica buena salud. Desecha toda planta con raíces muy
oscuras o blandengues, signo de pudrición, generalmente por encharcamiento. No escojas las plantas
cuyas raíces asoman por el agujero de drenaje de los tiestos
o que aparecen en la superficie de la tierra, síntomas de que la planta lleva
mucho tiempo en la misma maceta. Elige plantas que tengan muchos capullos por abrir
en lugar de muchas flores ya abiertas. Si una planta procede
de invernadero, la
debemos de aclimatar antes de depositarla en su emplazamiento definitivo.
Para ello, la colocaremos en un sitio parecido al que vivía, teniendo en
cuenta la luz, la temperatura ambiental y la humedad relativa. Paulatinamente
variaremos estas condiciones hasta alcanzar los factores ambientales del
lugar definitivo. El exceso
de fertilizantes origina una brotación muy tierna y crea plantas más
propensas a plagas como Pulgones o Ácaros. Es importante sacar las plantas de una habitación si es dormitorio. Estas desprenden por la noche anhídrido carbónico que absorbe el oxígeno de la habitación Puedes hacer que tus flores revivan, cortando los tallos y escaldándolos. Déjalos en un lugar oscuro, hasta que el agua se enfríe. Después, sumérgelos un momento en agua muy fría. El otoño es la mejor época del año para plantar caléndulas, pensamientos, prímulas y ciclamen. Una luz que es reflejada por un fondo blanco permite que la planta crezca por igual. Si el fondo es oscuro su crecimiento será de forma desigual. No se pueden colocar, aunque resulte bonito, plantas en los pasillos o rincones oscuros, pues morirán por falta de luz. Una planta verde natural puede colocarse en un sitio sombrío o sin luz natural, si sustituimos ésta por una bombilla especial. Bastará con tenerla encendida unas horas. Para que las plantas se desarrollen y florezcan sanas y fuertes, necesitan ser podadas con regularidad. La poda debe hacerse siempre en diagonal y por encima del nudo de una hoja. Es aconsejable
que antes de echar el agua a las plantas
comprobemos la humedad, introduciendo un dedo en la tierra de la maceta. Si
esta queda pegada al dedo, no será necesario regar. Cuando llega el verano
es muy importante colocar entre las plantas cuencos con agua para que en el
ambiente haya humedad suficiente. Lo mismo hay que hacer en invierno si se
tiene encendida la calefacción. Es un error poner una maceta sobre un plato lleno de agua para que mantenga la humedad.
Con ese procedimiento lo único que se consigue es encharcar la tierra y
pudrid las raíces. Lo que se debe de hacer es colocar el tiesto sobre un taco
de madera que se encuentre dentro de un plato de agua. Esta se evaporará sin
encharcar la tierra y dará a la planta la humedad necesaria. También se
consigue mantener la humedad introduciendo el tiesto en otro mayor lleno de
turba húmeda. Los dos tienen que ser de barro. Para mantener la humedad
en las plantas que colgamos del techo o de la pared, debe ponerse debajo de
la tierra una capa de musgo bien verde y húmedo. Todas las plantas
de interior necesitan un periodo de adaptación a las condiciones de
luz y temperatura del lugar en el que van a vivir. Por eso, cuando una planta
nueva entre en tu casa es muy importante no cambiarla de maceta, a no ser
necesario, por ejemplo, que las raíces asomen por los agujeros, ni tampoco
del lugar en donde la has colocado por primera vez, al menos hasta que haya
transcurrido un mes. Las plantas colocadas
delante de un fondo liso resaltan más la diferencia de coloración de sus
hojas y del fondo. Resultan más bellas contra un fondo claro. Una solución para los espacios reducidos son las plantas colgantes, como
el potho o el cissus, aunque existe una gran variedad de plantas. Con luz
abundante, una temperatura media de unos 18 grados y abono cada dos riegos,
se adaptan con facilidad y pueden embellecer cualquier rincón con su
presencia. El mejor lugar de la casa para colocar un cactus
es la cocina. Los vapores de los guisos los ponen preciosos. El cuarto de baño, siempre que tenga
suficiente luz, es sin duda el lugar más apropiado
para poner las plantas que estén mustias o tristes. El calor y la humedad las
hará recuperarse. Las plantas se
desarrollan mejor estando cerca unas de otras. En verano intercambian
humedad y en el invierno, calor. El peor lugar para una planta es aquel donde haya
corrientes de aire; no importa la cantidad de luz que tenga. Cuando volvemos de vacaciones casi siempre nos encontramos con que
alguna de nuestras plantas está que da pena: hojas amarillas y secas, troncos
pelados o sin hojas, etc. En tales casos, hay que eliminar todas sus partes
muertas con unas tijeras de poda. Luego cortaremos un tercio de sus raíces y
añadiremos tierra nueva. Si la planta tiene síntoma de sequedad, hay que
regarla en abundancia. Si por el contrario sufre de exceso de agua,
añadiremos turba seca y no volveremos a regarla hasta que la tierra esté bien
seca. Ten presente al transplantar
una planta, que si la tierra nueva está demasiado húmeda, las raíces
tardarán mucho más tiempo en penetrar pues no precisan buscar la humedad. Nunca se debe transplantar en pleno verano o invierno. El frío o el
calor les quitan energía a las plantas y es probable que la raíz no prenda.
Igualmente nunca se debe hacer esta operación cuando está en flor. Los
restos de siega del césped se pueden aprovechar para añadirlos a la base de
las plantas y mantener la humedad del suelo. Esto se llama hacer un
'acolchado'. Un acolchado consiste en cubrir el suelo al pie de la planta con
cortezas de pino, mantillo, hojas u otros materiales.
ABONOS La mejor época para abonar son los meses de primavera y verano, pues es cuando las plantas
están en plena actividad. En invierno las de interior permanecen inactivas,
en su mayoría, pero si tienes alguna que esté echando nuevos brotes,
adminístrale un abono poco concentrado. Un excelente abono para los rosales son las cenizas de
la chimenea de leña. Se meten estas en una bolsa de tela y la sumergimos en
agua. Cuando las cenizas hayan tomado la consistencia de un líquido espeso,
regaremos con ellas los rosales, preferiblemente desde el comienzo de la
primavera. Los posos de café son un excelente abono para el
jardín. Mezclados con el mantillo, evitan el mal olor de este y potencian su
efecto. Excelente
para los ficus es una cucharada de miel disuelta en un tazón de
leche fría. Si lo administras una vez al mes será suficiente para que la
planta crezca fuerte y hermosa. Cuando
tus plantas se encuentre marchitas, riégalas
con una infusión de té frío. Les servirá de reconstituyente. Las cáscaras de huevo machacadas son muy ricas en calcio.
Échalas en la tierra de tus macetas, una vez al mes, y se pondrán mucho más
vistosas. Si una planta no florece, colócale una manzana troceada
alrededor de la maceta. Después cúbrela con un plástico transparente durante
cuatro semanas. Se llenará de flores. Las
plantas agradecerán que las riegues con el agua
con la que hemos cocido las verduras. Suele estar llena de vitaminas y
minerales preciosos para el crecimiento. Las últimas gotas que quedan en una
botella de aceite de oliva, pueden
aprovecharse añadiéndoles agua y regando con ella esos geranios que se han
puesto un poco mustios. El agua de un jarrón que haya contenido flores es muy rica para
las plantas, pues contiene gran cantidad de minerales que alimentarán sin
necesidad de añadir abono. Cuando a una planta se le caen las hojas y no se encuentra en un lugar
donde haya corriente, es que está pidiendo agua a gritos. En ese caso lo
mejor es poderla y echarle agua. Luego, rociarla a diario hasta que comiencen
a salir los nuevos brotes. En el caso de que el agua sea calcárea, conviene agregar a esta unas
gotas de vinagre. El agua de lluvia es muy beneficiosa para las plantas, por
ello es aconsejable sacarlas en estos días, pero siempre que no haga tanto
frío que las pueda perjudicar. De vez en cuando es necesario bañar las plantas, aunque se rieguen con
regularidad. Esto consiste en sumergirlas en agua, de tal forma que el nivel
de la misma llegue a cubrir la parte superior de la maceta. Cuando dejen de
formarse burbujas en la superficie hay que sacar la planta del agua. Regar a menudo, pero poca cantidad de agua, no es lo más
correcto. Las plantas prefieren quedar bien empapadas y luego tener un
período seco, para que el aire penetre hasta sus raíces. Siempre sin que la
tierra llegue a apelmazarse. Si a una de nuestras plantas se le
comienzan a doblar las hojas, sin llegar a
caerse y comprobamos que no es por el frío, seguro que es porque la regamos
demasiado. En los casos en que las plantas colgantes estén en un lugar de difícil
acceso a la hora de regar, una buena solución es poner sobre su tierra dos o
tres cubitos de hielo. En verano nunca se debe regar las plantas a pleno
sol, para evitar que sus rayos quemen las hojas atraídos por el agua (lo que
se llama el efecto lupa). Igualmente, en estas épocas calurosas, las plantas
de interior necesitan, además de un riego semanal, ser pulverizadas
diariamente, exceptuando las que estén en flor. Las plantas que
provienen de vivero
están acostumbradas a bastante agua. Por tanto, los primeros 20 días hay que
regarlas casi a diario e ir reduciendo el riego poco a poco hasta una dosis
normal. Una planta a pleno sol necesitará más agua que en
sombra. Si azotan vientos
secos riega más porque se deshidratan los vegetales. Recoge agua de lluvia con bidones, un aljibe o
estanque. El agua de lluvia está exenta de cal y es ideal para todo tipo de
plantas, en especial las acidófilas, como Azalea, Brezo, Hortensia, Gardenia,
Rododendro, Fucsia, etc. No riegues las Plantas
Carnívoras con agua
del grifo porque es mortal debido a la cal. Usa agua destilada o de lluvia. Cuando compres un ramo de flores, observa si los tallos están oscuros. Si ése es el caso, rehace las flores, pues ese color es síntoma de que no son muy frescas. Para hacer que el tallo de algunas flores sea más largo, podemos insertarlas una por una en un haz de paja, antes de armar el ramo de flores silvestres. Para recuperar un ramo de flores que comienza a marchitarse, deben ponerse los tallos dentro de agua hirviendo hasta que hayan adquirido, en parte, su aspecto natural. Luego se les corta la parte que ha estado sumergida y se colocan las flores en un florero con agua fría. Una forma de sujetar un ramo de flores en un florero es poner dentro de éste varias canicas de colores. Si es transparente resultará, además, realmente decorativo. Si deseas conservar un ramo de novia, en primer lugar has de colocarlo boca abajo durante 15 días más o menos, en un lugar seco y aireado, pero cubierto. Después lo rocías con barniz transparente, de esa forma estará protegido del polvo y las flores no se deshojarán. Se puede convertir en maceta prácticamente cualquier recipiente que
pueda contener tierra: vasijas de cerámica y cristal, un barril de cerveza,
etc. En todos se puede cultivar plantas, siempre que se hagan unos agujeros
en el fondo para que salga el agua sobrante y pueda respirar la raíz. Nunca se debe cubrir la tierra de una maceta con piedras u hojas secas,
la planta no podría respirar y moriría. Si la planta crece en maceteros muy grandes sobreviven mejor, pues necesitan menos
cantidad de humedad. JARDÍN PARA LOS CINCO SENTIDOS 1. Para
tocar elige plantas de textura agradable como Salvia argentea, Verbasco,
Helechos, Artemisa, Amaranto y Cresta de gallo. 2. Para
oler hay muchísimas: jacintos, narciso, rosa, lavanda, tomillo, melisa,
salvia, albahaca, verbena, menta... 3. Para
saborear: frutas de árboles frutales, bayas de arbustos, verduras, hortalizas
e hierbas condimentarias. 4. Para
oír: los pájaros, el viento, el agua... 5. Para
ver: todo. |